Hace algún tiempo que no hablamos de nuestros imitadores porque ya empezaba a aburrirnos pero últimamente nos hemos encontrado con algunos casos donde no se puede hablar de imitadores de la marca de Etikalia, sino que ya directamente copian y pegan. Vamos con un par de casos.
1.- Nos copian una landing page
Este primer caso lo detectamos el pasado octubre, hace ya unos cuantos meses. Se trata de una inmobiliaria de Sondika que directamente ha copiado y pegado nuestra landing page de venta de viviendas, incluyendo los iconos (por los que en su día pagamos una licencia, por cierto) y algunos textos. Pero en el proceso de copia han querido añadir algo de su propia cosecha y lo han hecho de forma tan cutre que no han sido capaces de encontrar iconos del mismo estilo, así que el diseño pega un cantazo importante. Si hubieran querido disimular podrían haberse inspirado en la estructura de nuestra landing mostrando las características de nuestro servicio con iconos y textos breves. Pero no, lo que les servía lo han aprovechado y lo que han querido añadir lo han hecho de manera muy cutre.
Por otra parte, no deja de ser interesante los iconos que no han incluido en su copia y que entendemos que son características que no incluye su servicio: la fotografía profesional, los anuncios más visibles, análisis en tiempo real, sin comisiones y lo de inmobiliaria ética (solo faltaba que lo hubieran incluido también).
También han copiado algunos textos con los que explicamos nuestro servicio, como se puede ver a continuación.
Y como se ve, las diferencias también hablan sobre su servicio: donde nosotros hablamos de precio asequible ellos no mencionan ese aspecto.
Cuando nos dimos cuenta de la copia nos pusimos en contacto con esta inmobiliaria vía correo electrónico para informarles de que su diseñador web había plagiado una web de la competencia y que seguramente habrían pagado mucha pasta por tener una web original. Dada la falta de respuesta sospecho que la responsabilidad del plagio no es del informático, sino de la falta de ideas originales que obliga a usar las ideas de los demás.
2.- Nos copian un post muy bien posicionado en motores de búsqueda
Esta semana nos ha saltado también otra “alerta de plagio” del post que publicamos en 2019 sobre cómo vender una VPO en el País Vasco y en este caso nos encontramos con que el perpetrador es una inmobiliaria de Bilbao.
El post al que nos referimos es una de las páginas con más tráfico orgánico de nuestra web, hoy tiene 131 comentarios y no vamos a ocultar que por ahí han entrado algunas operaciones de compraventa.
Una característica un poco especial que tiene este post es que cuando vimos que generaba mucho tráfico le añadimos una llamada a la acción para facilitar el contacto de personas que podrían estar interesadas en nuestro servicio. No es algo que se añada habitualmente a los post de los blogs. Bueno, pues el plagio incluye también esa llamada a la acción, convenientemente adaptada a la marca plagiadora.
Con esta inmobiliaria también hemos contactado. Cuando nos saltó la alerta de plagio yo estaba en el sofá de mi casa y decidí enviar un comentario firmando como Etikalia. Pensaba que al verse pillados igual pedían disculpas o borraban el post. Pero no, simplemente lo han ignorado y no han aprobado que se publique mi comentario, del que como ves, guardo un pantallazo.
3.- Emular, si; plagiar, no
Dice la Academia que emular es “imitar las acciones de otro procurando igualarlas e incluso excederlas” y que plagiar es “copiar en lo sustancial obras ajenas, dándolas como propias”. Cuando pienso en ejemplos de emular me viene a la cabeza el joven Mozart, que seguro que en sus composiciones de infancia trataba de imitar a las de su padre Leopold Mozart, al que muy pronto superó. Sin embargo los ejemplos que vemos más arriba son plagios, porque no se cita al autor original y se trata de hacer pasar como contenido original de esas dos agencias inmobiliarias.
Emular es bueno porque nos pone a todos en una dinámica de mejora contínua, en un ciclo virtuoso. Cuando nació Etikalia nadie hacía en Bilbao gestión profesional de alquiler y hoy ya hay varias agencias que ofrecen ese servicio imagino que tratando de ofrecer niveles de calidad similares a los de Etikalia. Eso implica que la oferta de servicios se diversifica, hay nuevos competidores en el mercado y a los pioneros no nos permite relajarnos, sino que tenemos que seguir innovando y mejorando para seguir poder ofreciendo servicios competitivos y de calidad.
Plagiar, en cambio, es robar, es hacerse pasar por quien no se es y no lleva a nada bueno. Aparte de que un plagio como estos, por muy digital que sea, siempre será de menos calidad que el original, como ocurría en el mundo analógico. Pero es que además para plagiar hay que tener cierto estilo y conocimiento. Recuerdo que cuando leí el libro “Cómo se hace una tesis” de Umberto Eco el autor decía que si vas a plagiar la tesis de otro, al menos elige una escrita en una universidad lejana y en un idioma desconocido, para que no te pillen. Aquí no han tenido ni siquiera esa prudencia: teniendo miles de blogs inmobiliarios por todo el mundo, han elegido copiar a una inmobiliaria del mismo centro de Bilbao.